ESTRUCTURA INTERNA

   La Tierra está formada por material rocoso (sólido o fluido), sin tener en cuenta la hidrósfera ni la atmósfera. Nuestro planeta está dividido en capas de densidad creciente. La Tierra tiene una corteza externa de silicatos solidificados, un manto viscoso, y un núcleo con otras dos capas, una externa semisólida, mucho más fluida que el manto y una interna sólida.

   La estructura de la tierra puede establecerse según su composición química en corteza, manto y núcleo (externo e interno).

Corteza

   La corteza terrestre es una capa fina; su grosor oscila entre 3 km en las dorsales oceánicas y 70 km en las grandes cordilleras terrestres como los Andes y el Himalaya. Está compuesta por silicatos.

Manto

   El manto terrestre se extiende es la capa más grande del planeta. Las grandes temperaturas hacen que los materiales silíceos del manto esté fundidos y puedan fluir. La convección del manto es responsable, en la superficie, del movimiento de las placas tectónicas.

Núcleo

   En sus primeras fases, hace unos 4.500 millones de años, los materiales más densos de la Tierra, derretidos, se habrían hundido hacia el núcleo en un proceso llamado diferenciación planetaria, mientras que otros menos densos habrían migrado hacia la corteza. Como resultado de este proceso, el núcleo está compuesto ampliamente de hierro (Fe, 80%), junto con níquel (Ni) y varios elementos más ligeros. El núcleo está compuesto de dos partes, una interna sólida y una capa externa.