1. Normas a seguir en las comunicaciones
verbales
Todas estas normas las tendremos presentes en cualquier tipo de comunicación verbal, pero especialmente en las diferidas y en las no presenciales. En las comunicaciones
diferidas los riesgos de las malas interpretaciones son mucho mayores.
2. La importancia de saber escuchar
Sólo escuchando podremos enterarnos de aquello que otras
personas quiere comunicarnos
2.1. Escuchar y oír
- Escuchar ideas, no datos. Las ideas son la base de la comunicación; los datos sólo apoyan las ideas.- Tomar notas en caso necesario. Conviene tomar notas sobre los datos para evitar olvidarnos o confundirnos.- No interrumpir al que habla. Las interrupciones rompen la dinámica de la conversación y hacen que la otra persona se sienta molesta.- No adelantarse a las conclusiones. A veces pensamos que sabemos lo que alguien dirá a continuación, y disminuimos la atención en la escucha. Al final pensamos que ha dicho lo que nosotros hemos previsto que diría; esto lleva a confusiones y discrepancias.
- Concentrarse en la escucha
- Escuchar activamente
- Mantenerse receptivo
- Emplear respuestas que favorezcan la comunicación
- Desechar respuestas que dificultan la comunicación
- Juicios: Ejemplo: "Estás equivocado"
- Descalificaciones: Ejemplo: "¡Vaya estupidez!"
- Interrogaciones: Ejemplo: "¿No te fijaste en cómo se hacía...?"
- Interpelaciones: Ejemplo: "Piensas que lo sabes todo..."
- Compasión: Ejemplo: "No sabes la pena que me das..."
- Desprecio: Hacía los sentimientos del otro. Ejemplo: "No es para tanto..."
- Consejos: Ejemplo: "Lo que tienes que hacer es..."
- Escuchar con interés: La otra persona debe tener la impresión de que estamos escuchando (no sólo oyendo) sus argumentos, y de que estamos interesados en los que nos cuenta
- Evitar toda discusión: La discusión es contraria a la persuasión. Hay que considerar la objeción que nos hacen como una idea que requiere una respuesta por nuestra parte.
- Respeto hacia las objeciones: Utilizaremos expresiones como: Comprendo perfectamente su punto de vista.
- No perder la compostura: Hay que evitar exaltarse y perder los nervios; aun en momentos de dificultad.
- Responder brevemente: Una respuesta breve resta importancia a la objeción, manteniendo el respeto hacia la misma.
- Encadenar: Una vez respondida (brevemente) la objeción, enlazaremos directamente con el hilo de la argumentación principal, sin dejar tiempo a la otra persona para insistir de nuevo.
- Prever con antelación: A veces es muy útil que tengamos preparadas algunas respuestas posibles ante las objeciones.
- Tratar cordialmente al reclamante: Si la persona que reclama ve que le tratamos con cortesía y respeto, que demostramos interés por atenderle y resolver el problema que plantea y que no nos molesta la queja, se tranquilizará y su actitud se suavizará.
- Escucha atenta: Invitarle a que exponga la queja y escucharle con atención, sin interrupciones, preguntándole, si es necesario, para dejar claro el asunto.
- Evitar discusiones: No debemos oponernos frontalmente a lo que el reclamante expone. Aun cuando la queja sea infundada o nuestro interlocutor esté equivocado, no debemos ponernos en el papel de contrario.
- No tomar decisiones precipitadas: No debemos establecer conclusiones sin disponer de toda la información.
- Procurarse una información completa: Preguntar para recabar datos que aclaren y ayuden a resolver la situación. Nunca debemos movernos con el afán de juzgar, y menos de acusar.
- Evaluar previamente las consecuencias de una decisión: Hay que calcular cómo influirá en la futura conducta del reclamante la decisión que adoptemos.
- Establecer un plazo para resolver: Se le explica al reclamante las razones que nos llevan a reflexionar sobre la solución a adoptar (normas, leyes, reglamentos internos, estudios, investigaciones, etc.). La solución a adoptar se le comunicará al reclamante en el plazo establecido.
- No imponer nuestra autoridad: Razonar la respuesta a la reclamación; hacer entender al reclamante que ésta no responde a un "porque sí...", sino que es la mejor solución posible al caso.