El lactante

    El lactante, con una proporción de agua superior a la de otras edades, es especialmente sensible a la privación de este nutriente y a todos aquellos procesos patológico que implique su agotamiento como puede ser una gastroenteritis. 

Necesidades energéticas del lactante. 
    Las necesidades energéticas del lactante en su primer año de vida son superiores al del resto de las edades. La energía que el niño consume la va a utilizar en: 
  • El mantenimiento 
  • El crecimiento 
  • La actividad física 
Proteínas
    El ser humano es incapaz de sintetizar 8 de los 20 aminoácidos que necesita. Además en el lactante debemos añadir a la lista dos aminoácidos más. 
    El total de proteínas que el organismo necesita se utilizan en: 
  • Sustitución de las pérdidas de nitrógeno: orina, heces, sudor, otras. 
  • El crecimiento. 
  • En la sustitución de los tejidos. 
    Aunque las necesidades proteicas del recién nacido son elevadas, una ingestión excesiva de proteínas puede originar problemas metabólicos graves. Estas circunstancias no se dan en la lactancia materna, y tampoco en la artificial si se siguen con rigor las indicaciones de reconstitución de la leche. 

Grasas 
    No debemos olvidar el papel de las grasas como proveedoras de energía, especialmente en la época de la lactancia. De un 48 a un 50% de las calorías de la leche materna son grasas; de igual forma del 30 al 50 % de las leches adaptadas son grasas. 

Hidratos de carbono 
    Los hidratos de carbono constituyen el aporte de energía inmediata y son irremplazables en muchos procesos metabólicos. Durante la lactancia adquiere una especial importancia la lactosa porque se digiere lentamente por lo que es fácil de aprovechar, además contribuye a la absorción del calcio y a la formación de galactocerebrósidos en el cerebro. La sacarosa es poco recomendable durante las primeras etapas de la lactancia porque puede producir acidosis en el bebé. 

Minerales y vitaminas. 
    El calcio y el fósforo deben estar en proporciones adecuadas. 
    Calcio: 60-75 mg/100kcal. 
    Fósforo: 30-50 mg/100kcal. 
    Magnesio: 6 mg/100kcal. 
    Hierro: Si tenemos en cuenta la elevada concentración de hemoglobina en los eritrocitos del neonato, se calcula que lactante no dependerá de los aportes externos de hierro prácticamente hasta los cuatro meses. 
    Es importante observar que la absorción de calcio y de hierro desde la leche humana es del 75% y el 70% respectivamente, pero solo del 20 y el 30% en la leche de vaca y las fórmulas lácteas. 
    No debemos olvidar que en la absorción del calcio intervienen la vitamina D y sus metabolitos.